El sacrificio de una madre.
Os voy a contar lo que me pasó el otro día:
Estaba en un evento.
Tenía una familia delante.
De esas que conoces desde que eres crío.
Los niños…
Hoy adultos como yo…
Ya no tan niños.
Y los padres…
Hoy ya mayores.
…
Nos sentamos a la mesa a comer.
Cuando mi amigo se dispuso a repartir pollo asado.
Una parte para ti.
Otra parte para mi.
¿Quieres jugo?
Espera, que te pongo un poco de papas.
…
La historia viene cuando el hijo se dispuso a repartir a su madre.
Le dijo:
Mamá.
Te he guardado el muslo para ti.
He comprado de mas porque se que es lo que mas te gusta.
Mientras le servía su plato.
Mientras observaba la madre.
...
EN ESE INSTANTE LA MADRE:
Hoy mayor.
Le dijo a su hijo con ternura:
Hijo mio…
No quiero que te siente mal.
Pero a mi la parte que mas me gusta del pollo es la pechuga.
¿Cómo?
Si.
Pero.
¿Si siempre te comes el muslito?
…
En ese momento hubo un breve silencio.
ENTONCES LA MADRE SENTENCIÓ:
Me como el muslo porque tu siempre has preferido la pechuga.
Y disfrutaba viéndotela comer.
Por ello.
Me comía muy a gusto el muslito.
…
¡Y BOOM!
Lección de madre número 67534231.
Una mamá que nunca comió su parte favorita.
PORQUE PREFERÍA QUE SE LA COMIERA SU HIJO.
¿Te suena?
…
Cuantas cosas han hecho nuestros padres por nosotros.
Cuantas cosas nos quedan por descubrir en ellos.
Y es que…
El verdadero amor…
ESTÁ PRESENTE EN LOS PEQUEÑOS DETALLES.